JAVIER RAMIREZ Y CUANDO LA IMPROVISACION SE CONVIERTE  EN UN RECURSO MAS.

Por: Paco Gómez.                                                                            16 de agosto del 2010.

          Desde que Javier Ramírez se hizo cargo del timón de la nave indígena, a la mitad del rol regular del Campeonato Estatal Independiente, no solamente ha vuelto ha demostrar que está viviendo su mejor etapa como estratega, sino que además ha dejado muy claro que también es todo un maestro de la improvisación.

         Y es que no podía ser de otra manera. Porque, mire Ud:

          Con  un equipo cuyo rol de abridores confiables no va mas allá de dos  ( zurdos ambos ), luego de que se fueron los Quinteros, los Galván y el resto de las  aves de paso que cada año aprovechan el campeonato estatal para turistear.

          Con un bullpen en el que el único que tiene un papel bien definido - y ganado a pulso, además - es Daniel León, mientras que los demás relevistas lo mismo salen a tratar de hacer un relevo largo que uno intermedio, o bien, los llaman para sacar un out en un momento de apuro. Con unos brazos de refuerzo que de lunes a viernes son invocados como espíritus bienhechores en los programas deportivos de radio y televisión o en los medios impresos, pero que al llegar el fin de semana no se materializan. 

          Con una defensiva que después de 37 juegos no se define todavía, provocando que los seguidores de la tribu hayan visto accionar a lo largo del torneo estatal a tres o cuatro receptores, otros tantos primeras bases, tres o cuatro intermediaristas y un largo desfile de jardineros.  De los  únicos que se puede decir que han sido titulares son Carlos Hernández, Adrian García, Luis Angel Buitimea y Edgar Jiménez, aunque al Cano lo han mandado a cubrir ocasionalmente uno de los jardines.

            Y si a todo esto le agregamos que en la banca no hay mucha tela de donde cortar, no puede uno menos que remarcar que Javier Ramírez está convertido – para beneplácito de la afición juarense -, en todo un maestro de la improvisación.

             Pero – siempre el maldito pero –, ahora tendremos que cruzar los dedos para que la magia le alcance a Javier en la ronda de semifinales,  donde tendrá enfrente a unos incomodísimos Algodoneros de Delicias, que además están ansiosos por cobrarse la afrenta que los Indios les endilgaron el año pasado. Ya veremos y comentaremos.

             Hasta la próxima.